Quien más y quien menos ha sufrido tendinitis de la pata de ganso o, al menos, ha escuchado hablar de esta lesión. Se trata de un tipo de dolencia más común de lo que imaginamos y se localiza, a groso modo, en la zona de la rodilla. La tendinitis es la inflamación de los tendones que unen músculos y huesos. En el caso de la pata de ganso, la tendinitis se produce por la inflamación o irritación de los músculos semitendinoso, grácil y sartorio. Estos tres músculos son los que forman la famosa pata de ganso.
Esta patología se da con mayor frecuencia en personas con sobrepeso, problemas de pisada, molestia lumbar crónica y otras dolencias. También lo sufren buena parte de los corredores de larga distancia.
Síntomas
También llamada tendinitis anserina o pes anserinus, la tendinitis de la pata de ganso se ubica en la zona interna e inferior de la rodilla. Y es precisamente ahí donde sentiremos las primeras molestias provocadas por esta lesión. El dolor suele manifestarse normalmente al activarnos tras un largo plazo en estado de reposo. De manera casi inconsciente, es habitual llevarse la mano a la zona de la corva cuando sentimos el dolor al levantarnos de la silla, salir del coche o levantarnos de la cama por la mañana.
Causas
Es muy normal verlo entre corredores y otros deportistas, al tratarse de una zona de constante impacto como es la rodilla. El exceso de ejercicio en la preparación de una carrera sumado a la falta de reposo entre entrenamientos también puede causar esta tendinitis. Tener los pies planos, un golpe, mal calzado o no estirar antes y después de la actividad física, son otros factores causantes de la tendinitis de la pata de ganso.
Tratamiento de la tendinitis de la pata de ganso
En una primera fase de la lesión, y con objetivo de bajar la inflamación, lo recomendable es la aplicación de frío. Ni que decir cabe, lo siguiente es guardar unos días de reposo para aliviar la zona inflamada y reducir el dolor. Después, la diatermia, que es una técnica de fisioterapia consistente en aplicar calor, activará el riego sanguíneo y restaurará los tejidos afectados.
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